domingo, 15 de junio de 2008

Desde la voz del silencio de tu cuerpo

Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
como nace un deseo sobre torres de espanto,
amenazadores barrotes, hiel descolorida,
noche petrificada a fuerza de puños
ante todos, incluso el más rebelde,
apto solamente en la vida sin muros.

Luis Cernuda
Los placeres prohibidos
(1931)


III


Hoy te quiero declarar mi amor para que el tiempo lo sepa,
para que la locura lo sienta,
para que la brisa no duerma sola en la baranda
y para que el mundo lo entienda.
No sé por qué loca locura llegaste
ni tan poco sé por qué gota de mar apareciste,
solo sé, que te amo y este amor es sin fronteras.

Me sorprendió el ruido de las olas de tu sangre
que con las mías despiertan azucenas marinas
y anémonas del sueño eterno.

Hoy te quiero declarar mi amor para que el sol lo escuche,
para que la soledad se marche,
y para que te eleves sobre el laberinto sin forma de mi cuerpo.


(Tomado del poemario: Ante la luz de un amor prohibido,2005; II Sección: Desde la voz del silencio de tu cuerpo)

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